Establece que
es imposible conocer "simultáneamente" la velocidad y la
posición de una partícula o un átomo.
Para poder medir
ambas magnitudes en un átomo, tendríamos que "pararlo",
es decir que su velocidad fuera cero. En ese momento, sabríamos su
posición (porque está parado) y su velocidad (que sería
cero). Hacer que un átomo se pare equivale a conseguir que su temperatura
sea 0 Kelvin, y esto contradice el tercer principio de la termodinámica.
(a) Caso normal: el átomo tiene una cierta velocidad y, por tanto, una cierta probabilidad del ser encontrado en la zona que se marca con la flecha horizontal.
(b) Caso de conocer la posición del átomo: La curva marca un pico allí donde está localizado el átomo, aunque la velocidad es desconocida.
(c) Caso de conocer la velocidad del átomo: La curva muestra que no es posible determinar ninguna zona pequeña donde localizar el átomo. Éste estará en cualquier lugar con posibilidades parecidas.
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